lunes, 28 de julio de 2008

Prueba de fuego


Después del limbo del puente, hoy vuelta a la "normalidad". ¿Cómo afrontar la rutina sin estar conectada de una u otra manera a ti? Sinceramente tenía curiosidad, además de cierta ansiedad, por saber cómo iba a solventar la situación.

Quizá haya sido la desconexión de estos tres días de fiesta, quizá porque la situación está más relajada en el curro, el caso es que ha sido muchísimo más fácil de lo que esperaba. ¡Tanto tiempo, cuando me planteaba dejarte, echándome para atrás el miedo al "mono" del día a día sin tí en mi ordenador! Y, sin embargo, ha sido muy sencillo. No sé si será la novedad, pero he estado muy tranquila. Ha sido divertido porque he interactuado mucho más con mis compañeros e, incluso, es curioso, me han dicho "¿qué te pasa hoy, que estás especialmente inspirada?". Es evidente que la 'creatividad' que usaba contigo la escatimaba a los compañeros.

Con el relajo que permite el verano, hemos empezado a tener tertulias sobre los temas más diversos, y resulta gratificante, porque no estoy pendiente de que no estamos en contacto. No te oculto que tengo abierto el correo de gmail y miro casi compulsivamente 50 veces al minuto a ver si apareces y que en ocasiones tengo la tentación de ponerme visible por si estás ahí agazapado, incluso de mandarte un correo para recuperar el contacto como otras veces. Cada vez que veo algo que antes compartía contigo (vídeos, comentarios, cotilleos...) tengo el impulso de mandáterlo. Pero aun puedo contenerme.
S. está convencida de que antes o después te conectarás, que esté atenta a la pantalla, pero no he visto en ningún momento tu lucecita verde en el correo. Ya sé que no dirás ni mú nunca más. Pa cojones los tuyos.

Bueno, eso me servirá para ganarme una cena caríiiisima. El otro día S. me dijo que no le cabía la menor duda de que darías señales de vida. Y se apostó una cena "en un sitio caríiiisimo. Me pienso pedir ostras", me dijo. No sabe que lo va a perder. Y que yo no voy a pedir ostras. ¡Lo que me faltaba! Si al menos me fuera a salir una perla...


Tu geisha




Prueba de fuego llamabas a la primera vez que nos vimos. Pase lo que pase, sé que nunca olvidaré ese día -ni tantos otros- y todo lo que sucedió. Fue un "interesante" comienzo que nos permitió conocernos mucho mejor ambos. Y no olvidaré ese primer/segundo beso en la ventana ante las cúpulas de observatorio astronómico del Retiro y el Jardín Botánico preludio de taaantas cosas juntos. Ni todo lo que sucedió después...

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