
Después de tanto tiempo pendiente de otras cosas y de otros, he decidido que comienza una nueva etapa en la que me voy a dedicar a mi, de nuevo. El dinero y el tiempo que me ahorre sin tí en mi vida lo voy a invertir íntegramente en mí. Sé que eso aumenta mi autoestima y me hace sentir bien, a gusto, así que voy a ello, aunque me cueste.
Y he empezado cuidando especialmente lo que me pongo cada día. Se acabaron la primera camiseta del montón y los vaqueros. Faldas, blusas, piratas, con pendientes, pulseras y otros complementos que dejen traslucir a los demás que cuidas tu aspecto y que te importa cómo vas.
Ahora me fijo más. Por la calle con mi/tu iPod, eterno acompañante, y con esa forma de andar que dices que te pone tanto, me parapeto detrás de mis gafas oscuras y me doy cuenta de que me miran. Será el pelo largo que, según tú, es lo que impide que sea invisible, será la forma de andar, será lo que sea, pero me miran. Y eso sube la moral. Incluso dicen alguna cosa, y eleva la autoestima.
Dirás que es poca cosa, pero resulta estimulante no resultar transparente para muchos de los que me rodean o que me cruzo por la calle.
En el trabajo, después de las risas de ayer recordando "los hechos de Chuck Norris" y tontás de Muchachada Nui , rescaté un juego online de reconocer canciones de series de televisión con un pequeñísimo fragmento. ¡Qué hallazgo! Empezamos jugando cuatro y acabamos diez picados.
Cada día una novedad para mantenerme entretenida, aunque sigo mirando el correo de gmail por si apareces.
Por cierto no te he dicho que finalmente estamos con los papeles del divorcio, ¿verdad? Ya está en marcha...
Tu geisha
No hay comentarios:
Publicar un comentario